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domingo, 31 de enero de 2010

Escuela de Padres

El próximo miércoles 3 de febrero, la Escuela de Padres organizada por la Liga Palentina de la Educación y la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Palencia (FAPA-Palencia), celebrará su charla de incio de curso, con la intervención de Alejandro Tiana.
El acto tiene carácter publico abierto a todos los palentinos y palentinas interesados en la educación.

sábado, 16 de enero de 2010

El “obispo Munilla” y el “buen samaritano”

Publicado en mi blog "el bolo de la paciencia"

Sustituyan al sacerdote o al levita de la párabola por D. Ignacio Munilla y al judío apaleado por las víctimas de Haití, y tendrán la parábola actualizada.
Munilla pasa por delante del judío apaleado y lo ignora, (como mucho encarga a “los fieles” y a Cáritas que se encarguen de él) y sigue su camino a Jerusalén.

Para leer el artículo completo pulsa aquí

viernes, 8 de enero de 2010

Democracia en la Iglesia

El teólogo palentino Juan José Tamayo se preguntaba ayer en EL PAÍS, en un artículo titulado “Democracia en la Iglesia, ¿por qué no?”, y finalizaba el mismo con una pregunta que me sugiere algunas reflexiones:
¿Cómo Dios puede querer la elección democrática de los gobernantes a nivel político y oponerse a ella en la comunidad cristiana?
Antes de hacerse esta pregunta, afirmaba el autor que no entendía como si el Papa y los obispos defienden la democracia en la sociedad, no la practican en la Iglesia.
En mi opinión la razón de esta aparente incongruencia es muy sencilla: ni la jerarquía católica ni la de ninguna otra confesión religiosa, creen en la democracia. Todos ellos están mucho más a gusto y viven mejor con sistemas dictatoriales, siempre y cuando, por supuesto, que sean sistemas confesionales. Es mucho más fácil y cómodo entenderse con un gobernante que lo es “por la gracia de Dios, o de Yahveh o de Alá……”, que con uno elegido democráticamente por el pueblo que puede tener la “tentación” de hacer lo que este le demanda y no lo que “ellos” le exigen.
Los jerarcas de la iglesia Católica defienden, de boca para afuera, el sistema democrático en un ejercicio de cinismo que no convence a nadie, pero en la práctica de su organización, según ellos una “sociedad estatuida por derecho divino, perfecta en su naturaleza” (1), ejercen las formas despóticas y jerarquizadas que les son propias y que están perfectamente regladas en el Código de Derecho Canónico de 1983.
Respondiendo pues a la pregunta que Tamayo se hace en el artículo de EL PAÍS, democracia en la Iglesia es, de momento, imposible.

(1) Encíclica Inmortale Dei. León XIII. 1985