Nos hemos trasladado

Los contenidos de este blog ahora se publican en
"el bolo de la paciencia"
http://jrlagunilla.blogspot.com/

sábado, 3 de abril de 2010

Nos trasladamos

Este blog nació en diciembre de 2008 con la intención de ser la voz y el foro de discusión de la Liga Palentina de la Educación.
Desde hace algunos meses, la Liga Palentina de la Educación tiene su propio blog ( http://ligapalentina.blogspot.com/ ) , al que se han trasladado los enlaces, noticias, opiniones y contactos que en un principio tuvieron en éste su ubicación.
Los artículo y opiniones que ahra se publican en éste, son de mi propia y solitaria responsabilidad, por lo que creo más conveniente continuar su publicación en mi otro blog, "el bolo de la paciencia" ( http://jrlagunilla.blogspot.com/ ).
Durante un tiempo prudencial, mantendré este abierto, con un aviso que remita a mis seguidores alnuevo sitio.
Espero que sigáis leyendo y opinando en nuestra nueva ubicación:

Una de cal y otra de arena

¡Es que no les deja la condición!
Cuando esta mañana he oído las palabras que el predicador oficial de la Casa Pontificia Raniero Cantalemessa pronunció en el acto religioso del viernes en presencia de Benedicto XVI, supuse que tendría que escribir en este blog sobre la "ventana" de aire fresco que se abría en las enrarecidas estancias de la jerarquía católica.
Antes de ponerme a escribir, quise ratificar lo que de forma no completa había creído oír, y, dado que hoy no se edita prensa escrita, me fui a las páginas digitales de los periódicos.
¡Todo mi gozo en un pozo!
Si bien es cierto que lo que yo había oído, y que tanta esperanza me había producido ante un aparente y radical cambio de postura de la jerarquía católica sobre la violencia que sufren las mujeres, era cierto, al final el susodicho predicador lo termina estropeando.

En su sermón que tenía como eje central la idea de que "los hombre tienen que pedir perdón a las mujeres", dijo, entre otras cosas y refiriéndose a la violencia "doméstica" lo siguiente:
"Junto con la violencia sobre los niños, de la que se han manchado desgraciadamente no pocos miembros del clero, hay otra igual de grave, la violencia contra la mujer, que se desarrolla dentro de los muros domésticos, a escondidas de todos y que muchas veces viene justificada con prejuicios pseudoreligiosos y culturales"
"las víctimas se encuentran desesperadamente solas e indefensas y mucha de esa violencia tiene un móvil sexual"
"El adulterio es un pecado que se comete siempre entre dos, pero sólo y siempre, y todavía en algunos países, es castigado uno, la mujer".

Hasta aquí la cosa iba bien, y se pone, desde mi punto de vista aún mejor, cuando el predicador de la Casa Pontificia también condenó los casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes a niños.

Pero, como no les puede la condición, al final la tuvo que "pifiar".
Al referirse a los ataques que el Papa y la Iglesia Católica están recibiendo por su silencio y ocultación de los numerosos casos de abusos de clérigos a menores, los comparó con el antisemitismo, utilizando para ello una supuesta carta que le había enviado un amigo judío: "El uso del estereotipo, echar las culpas personales a una colectividad, me recuerdan los aspectos más vergonzosos del antisemitismo".

Cuándo se querrán enterar de que nadie acusa al conjunto de los fieles de la iglesia católica, ni siquiera al conjunto de los clérigos de la misma, a cuyo colectivo pertenecen los "abusadores". No. A quienes acusamos es a los miembros de la más alta jerarquía de la Iglesia Católica, comenzando por el Papa, que durante años ocultaron y encubrieron a los abusadores, y para mas oprobio, dictaron normas en las que se amenazaba con los máximos castigos canónicos, incluída la excomunión, para los que revelasen o llevasen a los tribunales ordinarios los temas de pederastia y de abusos sexuales en los que estuvieran incursos sus clérigos.

No existen ni estereotipos ni acusaciones colectivas. Existen, al menos por mi parte, acusaciones y exigencias particulares e individuales, dirigidas a los curas, obispos, cardenales y papas que habiendo cometido estos execrables delitos y/o habiendo tenido conocimiento de los mismos, han ocultado, colaborado en la ocultación e incluso ordenado la misma, bajo las más graves sanciones eclesiásticas. Y contra los que aún hoy en día, defienden que estos abusos y delitos deberían ser juzgados y castigados con arreglo al Derecho Canónico, demostrando el máximo desprecio a las leyes y a los tribunales ordinarios de cada país, y creyéndose aún que siguen en la Edad Media, cuando ellos disponían de vidas, haciendas y derechos sobre los pueblos e incluso sobre los gobernantes.

A esos van dirigidas las críticas, exigencias y condenas, no a ningún colectivo de fieles o de sacerdotes.

viernes, 2 de abril de 2010

Munilla la Semana Santa palentina y Bisbal

"¿Verdad que nadie desearía convertirse en estatua de sal, indiferente a lo que simbolizan y pregonan los pasos de la Semana Santa? Ahí estamos. Cristo prefiere voluntarios que se impliquen y compliquen. Sobran turistas mirones. No andamos sobrados de coherencias y compromisos. Mirar para ver, y ver para contemplar desde dentro. Desde el corazón de un Dios que se compadece de la humanidad padeciendo con ella."
Del Programa Oficial Semana Santa palentina 2010
José Ignacio Munilla
Obispo de San Sebastián
Administrador Apostólico de Palencia.
Respeto y soporto con estoica dignidad las procesiones de la semana santa palentina. Cada año compruebo con asombrada admiración como una confesión religiosa, según la jerarquía de la misma "perseguida y maltratada injustamente en la España laicista y desacralizada de hoy en día", invade los espacios públicos de calles y plazas, y complica a todos, creyentes y no creyentes, su vida y desplazamientos (no debemos olvidar que hay personas que tienen la "suerte" de trabajar también esos días).
Compruebo también como cada año más turistas se acercan a nuestra ciudad para contemplar, supongo, el valor artístico de los pasos y la estética "austera y sobria" de los desfiles procesionales, gracias, sin duda a la promoción que de esta celebración se hace desde las instituciones públicas y privadas.
¡Me alegro por el sector de hostelería y por Palencia en general!
Mis intentos por evitar las procesiones, las más de las veces estériles, iban funcionando más o menos bien, hasta que ayer, jueves por la tarde, fracasaron totalmente, y se cruzó en mi camino el correspondiente "desfile procesional".
Entre algunos pasos que ya conocía y de un valor artístico e histórico más o menos aceptable, descubro con horror tres o cuatro, ya no recuerdo, que me resultaron como mínimo "chocantes". Alguno de ellos eran fácilmente identificables por su iconografía. Pero hubo uno que me dejó descolocado, pues juro que, en un primer momento, me recordó a David Bisbal. El "ninot" porque no se le puede llamar otra cosa, representa a un jovenzuelo imberbe y con rubios ricitos, que lleva una copa en la mano.
Y es aquí, dónde al intentar averiguar a través de internet de quién se trataba, me he topado con la introducción de Mons. Munilla al Programa Oficial de la Semana santa Palentina 2010, uno de cuyos párrafos reproduzco al inicio de este artículo.
En dicho saludo, después de meter con calzador una cita al desastre de Hití, supongo que para "lavar" su conciencia después de las barbaridades que en su día soltó el Obispo de San Sebastián, dice que "sobran turistas mirones"
¡Muy bueno Monseñor!
Todas las instituciones, incluida las cofradías luchando por que vengan los turistas, y su reverencia, no los quiere.

lunes, 29 de marzo de 2010

Benedicto XVI y los abusos del clero

Estupendo el artículo del teólogo y director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid Juan José Tamayo en EL PAÍS. (27-03-2010)

"Humo. Esa es, creo, la más certera valoración de la carta pastoral dirigida por Benedicto XVI a los católicos de Irlanda sobre los abusos sexuales de religiosos. La gravedad de los delitos no encuentra en la carta la respuesta adecuada. Se dice que los abusos sexuales constituyen un pecado contra Dios, una traición a la Iglesia y que son actos criminales, pero no se toman las medidas sancionadoras correspondientes."

Continúa leyendo, aquí.