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"el bolo de la paciencia"
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martes, 29 de diciembre de 2009

Sobre la identidad democrática

En EL PAÍS de hoy, publica Fernando Savater un interesante artículo con este título.
Sobre la identidad democrática
"No son los minaretes ni los campanarios los que amenazan las libertades públicas, sino aquellos feligreses o dignatarios religiosos que ponen su pertenencia a una fe por encima de sus obligaciones con el sistema democrático que las permite convivir a todas sin desgarramientos ni indebidos privilegios. Frente a la cultura de la pertenencia -acrítica, blindada, basada en el sacrosanto "nosotros somos así"- está la cultura de la participación, cuyas adhesiones son siempre revisables y buscan la integración de lo diferente en lugar de limitarse a celebrar la unanimidad de lo mismo. A esta última, que respeta el ser de cada cual pero lo subordina en asuntos necesarios al estar juntos con quienes son de otro modo, es precisamente a lo que se llama laicismo."
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sábado, 26 de diciembre de 2009

¿'Caritas in veritate' o 'Veritas in caritate'?

Hilari Raguer, monje de Montserrat e historiador especializado en la Iglesia durante la Guerra Civil española, publica hoy en EL PAÍS:

"Alguien dijo que cuando los Papas perdieron los Estados de la Iglesia, inventaron las encíclicas. La Caritas in veritate de Benedicto XVI es una apología de la llamada "doctrina social" de la Iglesia. En los debates del Vaticano II se eliminó esta expresión del decreto Christus Dominus sobre los obispos, y en el número 76 de la constitución Gaudium et spes sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo se la reemplazó por "doctrina sobre la sociedad" (doctrina de societate). Así rezaba el texto definitivamente votado el 6 de diciembre de 1965, promulgado por Pablo VI y publicado en Acta Apostolicae Sedis."

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jueves, 24 de diciembre de 2009

domingo, 13 de diciembre de 2009

Rouco y Martínez Camino



Con el título de "Añorando la inquisición" he publicado un artículo en mi blog "el bolo de la paciencia".

Con el pretexto “oficial” de presentar la “Declaración ante la crisis moral y económica” aprobada en la última Asamblea plenaria del episcopado español, el obispo y jesuita Juan Antonio Martínez Camino, mano derecha y portavoz del cardenal Rouco, nos ha obsequiado con algunas perlas que, si no fuera por lo que en el fondo significan, servirían de inspiración a humoristas y chistosos durante muchos días.
Monseñor Martínez Camino, sin la menor alteración de ese “rostro feliz del que acaba de comerse un codillo” (Manuel Vicent en EL PAÍS. 13-12-2009) y que cada vez me recuerda más a Tomás de Torquemada, se ha despachado con la siguiente reflexión: el aborto no sólo es un “pecado grave” sino que debería ser considerado un “delito” que lesiona la moral y “el mandamiento de no matarás”. Y a continuación se pregunta: “¿Puede alguna legislación civilizada considerar que quitar la vida a un ser humano inocente no es un delito?”
¿Qué pasa Monseñor? ¿Añoramos épocas pasadas?

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miércoles, 2 de diciembre de 2009

Adiós Munilla, adiós

Desde mediados de junio he tenido mi blog abandonado y mudo.
A un fin de curso ajetreado, ¡al fin he dejado la Jefatura de Estudios!, y un verano con una primera parte extraordinaria, las vacaciones por el Canal del Midi, y un final para olvidar, el fallecimiento de mi suegro, se ha unido un otoño dedicado íntegramente al Canal de Castilla, de tal manera que “ni tiempo he tenido” de ocuparme de mis blogs.

Pero todo pasa y aquí estoy de nuevo, y a tiempo de participar en la “despedida” del obispo de Palencia José Ignacio Munilla, que acaba de ser nombrado por el papa Benedicto XVI, obispo de San Sebastián.
Anda la “parroquia” un poco alborotada con este nombramiento, que algunos califican de “extraño”, otros de “contrario a los deseos de los cristianos de la diócesis guipuzcoana” y los más de “triunfo del sector más reaccionario de la jerarquía católica española encabezada por Monseñor Rouco Varela”.
Pero ¿QUÉ ESPERABAN? ¿Un obispo “progre”? ¿Acaso existen? Hay un dicho que circula mucho entre los curas que creo conveniente traer a colación: “nada se parece más a un obispo, que otro obispo”.

Pero hagamos un poco de historia. Fue San Pablo en su Primera Epístola a Timoteo el que estableció por primera vez las cualidades que debiera reunir el “epíscopo”:
“Si alguno aspira al cargo de epíscopo, desea una obra hermosa. Es pues, necesario que el epíscopo sea irreprensible, casado una sola vez, sobrio, sensato, educado, hospitalario, apto para enseñar, ni bebedor ni violento, sino moderado, enemigo de pendencias, desprendido del dinero, que gobierne bien su propia casa y mantenga sumisos a sus hijos con toda dignidad; pues si alguno no es capaz de gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la Iglesia de Dios? Que no sea neófito, no sea que, llevado por la soberbia, caiga en la misma condenación del diablo. Es necesario también que tenga buena fama entre los de fuera, para que no caiga en descrédito y en la redes del diablo.” (1 Tm 3 1-7)(Nueva Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée De Brouwer. Bilbao 1999)

Hasta aquí podríamos conceder al obispo Munilla que, salvo en lo referente a “casado una sola vez” y “mantenga sumisos a sus hijos con toda dignidad”, cumple el resto de las condiciones establecidas por San Pablo. (Al menos, que nosotros sepamos). También se podría poner en duda, el menos en algunos sectores de la iglesia del País Vasco, aquello de “que tenga buena fama entre los de fuera” .

En los orígenes de la iglesia católica, cada obispo era elegido por el clero y los fieles de la diócesis por aclamación, se supone que teniendo en cuenta estas recomendaciones de San Pablo. Las dificultades derivadas de este procedimiento electivo pronto llevaron a abusos, lo que hizo que pasaran a ser elegidos solo por el clero. Progresivamente fue centralizándose el nombramiento, para terminar esta responsabilidad electiva en los presbíteros del cabildo catedralicio.

En la actualidad son nombrados de manera directa por el Papa. El modo que sigue la Iglesia católica es el siguiente: El Nuncio Apostólico de cada país reúne información en cada provincia eclesiástica del país sobre los candidatos al Episcopado, enviándola a la Santa Sede. Una vez estudiado cada caso, se procede a la elección. El Nuncio consulta al sacerdote si acepta su elección como Obispo. Una vez que el presbítero ratifica su deseo, se emite la Bula y se hace público el nombramiento episcopal.
Para este nombramiento, se supone que el Papa tiene en cuenta lo que el Código de Derecho Canónico de 1983, en su canon 378, establece para la idoneidad de los candidatos al episcopado. En el citado precepto se requiere que el elegido sea:
“Insigne por la firmeza de su fe, buenas costumbres, piedad, celo por las almas, sabiduría, prudencia y virtudes humanas, y dotado de las demás cualidades que le hacen apto para ejercer el oficio de que se trata. De buena fama. De al menos treinta y cinco años. Ordenado presbítero al menos cinco años antes. Doctor, o al menos licenciado, en Sagrada Escritura, Teología o Derecho Canónico por un instituto de estudios superiores aprobado por la Sede Apostólica, o al menos verdaderamente experto en esas disciplinas.”

Como podemos apreciar, las “condiciones” actuales para ser obispo, están adaptadas a lo que hoy es la iglesia católica y, por supuesto, monseñor Munilla las cumple con “creces”.

Ahora bien, José Ignacio Munilla, ya era obispo desde el 10 de septiembre de 2006, y lo que ahora se ha hecho es “promocionarlo” a una diócesis más importante, y además, la suya de origen.
A la vista del procedimiento antes explicado, ¿qué se podía esperar de una Conferencia Episcopal presidida por monseñor Rouco? Que propusiera a “uno de los suyos”, que le garantice la consolidación de la línea más dura y conservadora de las que conviven en la iglesia católica. El nuevo obispo de San Sebastián es un colaborador principal de Radio María España, en la que tiene un programa diario de explicación del catecismo, además de ser colaborador habitual del diario ABC, al que por cierto podría haber dado alguna lección sobre la caridad y la prudencia cristianas antes de que publicaran la escandalosa primera página con la foto del padre de Aitana y bajo el titular de “La mirada del asesino de una niña de tres años”.

Con el tiempo, del paso de José Ignacio Munilla por la diócesis de Palencia solamente quedará para la historia que fue el obispo que cerró el seminario y mandó a los escasos estudiantes del mismo a la facultad de teología de San Dámaso de Madrid, cuna de lo más granado del conservadurismo católico español y la niña bonita del Cardenal Rouco Varela, que ahora le corresponde. “Do ut des”, dar para recibir.

Si en algún momento de los primeros tiempos del cristianismo, la iglesia tuvo atisbos de funcionamiento democrático, se han olvidado hace mucho y hoy en día es uno de los mejores ejemplos de jerarquización.

Lo siento por lo ingenuos que esperaban otra cosa.

martes, 2 de junio de 2009

El laicismo "agresivo"

El laicismo parece pues la idea más adecuada para proporcionar una base común a todos los ciudadanos, sea cual sea su fe religiosa, y permite unirlos a todos en torno a una serie de valores, los de democracia, derechos humanos y Estado de derecho.

En la edición de EL PAÍS del día 2 de junio de 2009, se publica un interesante artículo de Paul Cliteur, sobre los distintos modelos de resolver la relación entre iglesias y estado.
El artículo, titulado Por qué hablan de laicismo "agresivo", está extraído del reciente libro "Esperanto moral" que este catedrático de jurisprudencia de la Universidad de Leiden (Países Bajos) acaba de publicar en España.

Puedes leer el artículo en ELPAÍS.com

domingo, 10 de mayo de 2009

Separarse de la vida

El diario EL PAÍS en su edición del domingo 10 de mayo, publica en extracto del artículo publicado en la revista italiana Micromega por el filósofo del “pensiero debole” (pensamiento débil) Gianni Vattimo.
Vattimo es catedrático de Filosofía Teorética en el Universidad de Turín y está considerado a sus 73 años uno de los principales autores del postmodernismo y de la escuela hermenéutica.
El artículo es una reflexión personal de sus vivencias sobre la eutanasia surgidas ante el caso de Eluana Englaro.

Separarse de la vida (y de la Iglesia)
En Italia, el 'caso de Eluana Englaro' ha desencadenado un lamentable debate político sobre la eutanasia. La "buena fe" brilla por su ausencia en las posturas adoptadas por la jerarquía católica al respecto

Pues bien, he de confesarlo: hace seis años estuve a punto de convertirme en asesino de una persona consintiente, o, por lo menos, en cómplice de un suicido asistido. A mi compañero de entonces (desde hacía más de 20 años) le descubrieron un cáncer en un pulmón, inoperable y bastante avanzado ya. Él, Sergio, había perdido a una hermana a causa de un tumor unos años antes: la había visto apagarse lentamente con creciente desesperación. Y no quería acabar sus días de la misma manera. Como ambos conocíamos ya los movimientos alentados por el Partido Radical que afrontaban el problema de la eutanasia, nos informamos sobre la forma de proceder, llegado el caso.

Continuar leyendo el artículo en EL PAÍS

sábado, 25 de abril de 2009

Más ridículo que la condena a Galileo

Juan G. Bedoya entrevista en EL PAÍS al jesuita Juan Masiá Clavel (Murcia, 1941).
Exdirector de la cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia de Comillas, en Madrid, hoy es coadjutor en la parroquia de Rokko, de los jesuitas, en Kobe (Japón); profesor de Bioética en la Universidad Católica Santo Tomás, de la diócesis de Osaka, y colaborador en Tokio de la comisión católica de Justicia y Paz y de la sección japonesa de la Conferencia Mundial de Religiones por la Paz.
Foto EL PAÍS

Mantenella y no enmedalla

¡Es que no paran! Por si nos hubiéramos olvidado que la Iglesia Católica se opuso en su día a la aplicación de la vacuna contra la viruela (juro que es histórico), siguen en sus trece. ¡Como para hacerlos caso!

Los obispos criminalizan al Gobierno por autorizar la selección de embriones

Lee el artículo en EL PAÍS

La autonomía de la temporal

Análisis del teológo Juan José Tamayo publicado en el dario EL PAÍS:

"En los Estados teocráticos o con fuerte predominio de una religión suele producirse confusión entre religión y derecho, ciencia y moralidad, ética civil y moral religiosa, pecado y delito, legalidad y moralidad, que dificulta o impide la autonomía de lo temporal (política, cultura, ciencia, etcétera) y da lugar a conflictos en la esfera pública. Sobre todo a la hora de legislar sobre cuestiones que las religiones o la religión mayoritaria (con frecuencia protegida por el Estado) consideran parte de la llamada ley natural, de la que se creen las únicas intérpretes autorizadas. Entre esas cuestiones están el origen y el final de la vida, la concepción del matrimonio, las relaciones sexuales y todo lo relacionado con las mujeres y los derechos reproductivos y sexuales. Se exige a los poderes públicos que declaren delitos lo que para las religiones son pecados y que se castigue con penas temporales los comportamientos que para las religiones merecen penas y sanciones religiosas -algunas, eternas-.
Dos ejemplos de esta confusión son la homosexualidad y el aborto. En torno a 90 países imponen multas y recurren a la tortura contra los homosexuales y en ocho países musulmanes se les aplica la pena de muerte. Con motivo del 60 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, Francia, en representación de la UE, presentó ante la ONU una declaración a favor de la "despenalización universal" de la homosexualidad. Colectivos musulmanes y cristianos progresistas apoyaron dicha declaración. Sin embargo, el Vaticano opuso una fuerte resistencia, lo que suponía legitimar la condena de millones de gays y lesbianas.
En el debate sobre el aborto sucede algo parecido. Los obispos califican el aborto de crimen y de acto terrorista, consideran su aceptación social como "lo más grave" y afirman que ensombrece la democracia. El Código de Derecho Canónico establece la excomunión latae sententiae para quien procura el aborto (canon 1.398). Pues bien, la jerarquía católica quiere que las penas canónicas tengan su correspondencia en la legislación penal. ¡Como en el nacionalcatolicismo!
El problema de fondo radica en que los dirigentes religiosos no aceptan la laicidad del Estado y de sus instituciones, como tampoco la división de poderes, y ellos mismos se erigen en cuarto poder del Estado; reclaman una especie de derecho de veto en el terreno legislativo; quieren seguir siendo los guías morales de la sociedad y, en fin, no reconocen la autonomía de la moral y del derecho. Se ha producido un importante retroceso tanto en el catolicismo, en relación con el Vaticano II, que defendió la secularización y la separación entre Iglesia y Estado, como en la religión musulmana, inmersa en un proceso de islamización de la política, del derecho, de la ética y de la sociedad.
Las autoridades religiosas están en su derecho a intervenir en el debate ético, político y legislativo, pero sin erigirse en instancia última de legalidad, ni en tribunal inapelable de moralidad, ni en fuente inspiradora del derecho."


Me he permitido poner entero el artículo, porque creo que es absolutamente imprescindible su lectura en el debate que existe ante los intentos de la jerarquía de la Iglesia Católica de discutir y poner en cuestión la capacidad legislativa del Parlamento.

sábado, 18 de abril de 2009

Juan José Tamayo en EL PAÍS


El teólogo palentino (Amusco , 1946) Juan José Tamayo publica en su edición de hoy día 17 de EL PAÍS un artículo que, bajo el título "El integrismo de Benedicto XVI", analiza la involución ideológica y teológica que ha sufrido el teólogo Joseph Alois Ratzinger desde sus primeros trabajos en el seno del Concilio Vaticano II, hasta su proclamación como Papa con el nombre de Benedicto XVI.


"En el momento de su elección Ratzinger tenía 78 años, tres años más de la edad de jubilación de los obispos y uno más que Juan XXIII cuando accedió al pontificado en octubre de 1958. Sin embargo, cualquier parecido entre ambos itinerarios y sus formas de gobernar la Iglesia católica es pura coincidencia. A sus 77 años el diplomático Juan XXIII, sin apenas experiencia pastoral ni conocimiento de los entresijos de la Curia romana, llevó a cabo, contra todo pronóstico, una verdadera revolución copernicana en el seno de la Iglesia: enterró la Cristiandad y dio paso a una estación largos siglos desconocida en el Vaticano: la primavera. El anciano Papa sorprendió al mundo entero con un cambio de paradigma sin precedentes: del anatema al diálogo, de la cristiandad medieval al encuentro con la modernidad, de la rigidez doctrinal al pluralismo teológico, de la condena a la misericordia, de la intransigencia a la tolerancia, de la Iglesia aliada con el trono a la iglesia de los pobres, del tradicionalismo al aggiornamento.
Benedicto XVI ha hecho el viaje inverso: del diálogo con la modernidad a su más enérgica condena; de generoso mecenas de algunos teólogos de la liberación (pagó de su bolsillo la publicación de la tesis doctoral de Leonardo Boff) a inquisidor. El joven Ratzinger inició su trabajo teológico bajo el signo de la reforma de Juan XXIII, quien le invitó a participar como perito en el Concilio Vaticano II junto a otros colegas condenados otrora por Pío XII: los alemanes Karl Rahner y Bernhard Häring, el francés Y. Mª Congar, el holandés Edward Schillibeekcx y el teólogo suizo emergente Hans Küng. No tardó, sin embargo, en distanciarse de todos ellos e incluso de responsabilizarles de los abusos posconciliares, para seguir la senda de la ortodoxia y la escalada hacia el poder, que le llevó primero al arzobispado de Múnich, después al cardenalato, luego a la presidencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe y, finalmente, a la cúpula del Vaticano."


Leer el artículo completo en "La cuarta página" de EL PAÍS.

viernes, 10 de abril de 2009

Religión e integrismo

El catedrático jubilado de Historia Económica y rector honorario de la Universidad Complutense, Francsico Bustelo publica con este título un interesante artículo en la edición de hoy del diario EL PAÍS.
Aunque no comparto en su totalidad y literalidad los planteamisntos que en él se hacen, sí que me ha parecido muy interesante e ilustrativa su lectura.

Destaco algunas de las opiniones que me parecen más interesantes:

"Religión ha existido siempre y probablemente apareció con la hominización misma, cuando su incipiente racionalidad hizo que nuestros remotos antepasados buscaran una balbuceante explicación, que sólo podía ser sobrenatural, a una naturaleza misteriosa, tan pronto hostil como propicia, de la que dependía el vivir de cada día y la propia supervivencia de la especie. Las divinidades, tanto masculinas como femeninas, a las que había que predisponer favorablemente para atenuar el desvalimiento humano debieron de ser muchas y muy diversas, con referencia casi siempre a lo más presente: el sol, la luna, la tierra, la lluvia, el rayo, los animales."

"La coexistencia de esas religiones fue casi siempre conflictiva, ya que por definición todas ellas se consideran la única verdadera. La historia está llena, así, de guerras de religión y de aberrantes y criminales pogromos."

"Ese afán por mantener la presencia de la religión en la sociedad y que ésta en sus leyes, usos y costumbres aplique siempre los preceptos de la correspondiente ley divina, es el integrismo o fundamentalismo tan presente en el mundo del Islam y en buena parte de la jerarquía católica."

"Cabe esperar así que algún día acabará aceptando el sacerdocio femenino, el matrimonio de los curas, el divorcio, la contracepción, la homosexualidad, incluso el aborto en determinadas condiciones."

"Cuando en los países musulmanes las mujeres sean profesoras, médicas, ingenieras y ministras, hiyabs, chadores y burkas desaparecerán como desaparecieron los refajos, corsés y miriñaques de nuestras abuelas. Entre tanto, respetemos esas tradiciones, aunque sotto voce hagamos votos por que desaparezcan. Lo que ocurrirá algún día cuando, como una bendición del Cielo, ya no haya integristas."

Leer el artículo completo en EL PAÍS.

sábado, 7 de marzo de 2009

Presentada la Liga Palentina de la Educación




El viernes día 6 de marzo sa ha presentado en Palencia la Liga Española de la Educación y la Cultrura Popular-Liga Palentina, en un acto celebrado en la Fundación Díaz Caneja de Palencia.


En la presentación intervinieron el presidente de la Liga Palentina de la Educación, Ramiro Curieres, la Secretaria General de la Liga Española, Mª Jesús Eresta y el Presidente de la Liga Española y de la Fundación CIVES, Victorino Mayoral.


Con la asistencia de más de 100 personas del mundo de la educación, las asociaciones de padres y de los sindicatos, se presentaron las actuaciones y objetivos de esta ONG, en sus distintos ámbitos de actuación: infancia, juventud, familia, inmigración, escuela pública, formación y empleo, cooperación internacional, etc.


Victorino Mayoral explicó los fundamentos ideológicos y la incardinación histórica de la Liga Española de la Educación.


Por su parte, Mª Jesús Eresta, secretaria general de la Liga, hizo un breve recorrido por los proyectos que la Liga tiene en marcha, así como algunas de las realizaciones más importantes de estos últimos años.


Ramiro Curieses, expuso algunos de los proyectos iniciales que la Liga Palentina se ha planteado. Gestión de Escuelas Infantiles, escuelas de Padres, formación de profesorado y trabajo de inmersión linguística con inmigrantes, son algunos de los campos en los que se pretende trabajar inicialmente.


El acto fue clausurado por Heliodoro Gallego, Alcalde de la capital.


Puedes ampliar esta información en El Norte de Castilla, y Diario Palentino.

jueves, 5 de marzo de 2009

Educadores asociales. Por Fernando Savater

Con este título el escritor y filósofo Fernando Savater, publicó el día 3 de marzo un ionteresante artículo en EL PAÍS.
Algunas de sus frases que más comparto:
"También en España hay partidarios de una educación separada por sexos, no para discriminar a las féminas, todo lo contrario: porque las chicas son más listas y educándose solas obtienen mejores resultados"
"Porque nadie puede dudar que, si de educación para la convivencia se trata, a los que van a vivir juntos hay que educarlos juntos: sea cual fuere su etnia, su sexo o la religión familiar"
"En España, el más habitual caballo de batalla de la educación asocial es ahora la insistencia en el derecho de los padres a educar a sus hijos, que casualmente nadie pone en duda. En cambio, lo que algunos no sólo discutimos, sino que decididamente negamos, es que posean el monopolio de formar moralmente a sus vástagos"
"Los padres que de verdad se preocupan por la educación en valores de sus hijos no les enseñan a pensar como ellos, sino a pensar por sí mismos"

Puedes leer el artículo completo en EL PAÍS

martes, 17 de febrero de 2009

Publicadas las sentencias del Supremo sobre Educación para la Ciudadanía

El Supremo ratifica la compatibilidad de Ciudadanía con la libertad religiosa
El tribunal hace públicas cuatro sentencias entre las que reitera que no existe el derecho a la objeción de conciencia en la asignatura.
El Tribunal Supremo ha concluido que los contenidos de la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC) son compatibles con el derecho a la libertad religiosa e ideológica que proclama la Constitución. Agrega que la asignatura tampoco vulnera el derecho constitucional que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.


Leer la noticia completa en Público.es

Leer la noticia completa en EL PAÍS.com

sábado, 14 de febrero de 2009

El Gobierno Socialista “persigue” a la Iglesia Católica

En los informativos del viernes 13 de febrero, todos los espectadores pudimos observar como el portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, presentaba los resultados económicos del primer ejercicio fiscal en el que se aplica el nuevo sistema de financiación de la Iglesia Católica en España, pactado entre la CEE y el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero en diciembre de 2006 y con carácter indefinido.
Este nuevo sistema supone que por cada contribuyente que marque con una equis la casilla correspondiente de su declaración del IRPF, el Estado destinará el 0,7% de sus impuestos a financiar a la Iglesia.
Para entendernos, los contribuyentes que, como yo, no marcan la casilla de la Iglesia Católica, aportamos el 100% de nuestros impuestos para los gastos del Estado español, mientras que los que ponen la correspondiente equis en la casilla de la iglesia, solamente aportan el 99,3% de sus impuestos, ya que el 0,7 restante va a financiar “su iglesia”. Es decir, los católicos no aportan a su iglesia ni un solo euro de sus bolsillos, sino que lo “detraen” de los impuestos que deberían pagar al estado.
Este nuevo mecanismo de financiación de una confesión religiosa concreta, incorrectamente llamado “impuesto religioso”, ha supuesto pasar del 0,52% anterior, al 0,7% ya señalado, es decir, un incremento del 34%. ¡Toma persecución! Mediante la aplicación del nuevo porcentaje, la Agencia Estatal Tributaria “ha recaudado” para la Iglesia Católica más de 241 millones de euros, 68 millones más que el año 2006.
¡Luego tendremos que seguir oyendo a los obispos y a sus voceros mediáticos, que la Iglesia está perseguida en España!
La Constitución española de 1978 (CE/78) establece, en su artículo 16, apartado 3, que “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”.
El sistema actual de recaudación de los fondos para la iglesia Católica, es lo más parecido a considerar a la misma como “confesión estatal”, ya que, a las personas que manifiestan voluntariamente su pertenencia a dicha confesión, se las “rebaja” un 0,7% sus impuestos, para que los dediquen a “financiar a su iglesia”.
Podría entender que, en aplicación del artículo anteriormente citado de la CE, que reconoce que se deberán mantener las “consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”, el Estado se encargara de recaudar la aportación de los fieles de las distintas confesiones a sus respectivas iglesias, pero como “aportación suplementaria” a los impuestos que “todos” los españoles, agnósticos, ateos, o creyentes de cualquier religión, pagamos normalmente.
No conviene olvidar que, además del dinero recaudado vía IRPF, la Iglesia Católica recibe, al igual que el resto de organizaciones sin ánimo de lucro, su correspondiente financiación para las actividades que realiza en distintos ámbitos, así como la financiación vía conciertos educativos que perciben los cientos de colegios religiosos que hay funcionando en España.
Si a todo esto le sumamos los cientos de subvenciones de ayuntamiento y otras administraciones a cofradías, asociaciones pías, hermandades religiosas, etc., podemos llegar a la conclusión que España, de estado aconfesional, nada de nada.
Pues bien, no contentos con esta “maligna persecución” que sufren los católicos en España, la jerarquía de la Iglesia quiere, además, seguir teniendo en sus manos el “nihil obstat” de todas las leyes que se pretendan promulgar por los poderes democráticos de este país.
Quo usque tandem abutere, Catalina, patientia nostra?

martes, 10 de febrero de 2009

PRESENTACIÓN DE LA LIGA PALENTINA

El viernes día 6 del próximo mes de marzo, tendrá lugar en Palencia la presentación de la Liga Palentina de la Educación, integrada en la Asociación Liga Española de la Educación y la Cultura Popular.

El acto tendrá lugar en el salón de actos de la Fundación Díaz Caneja, calle Lope de Vega número 2, y dará comienzo a las 20:00 horas.

Intervendrán en el mismo Ramiro Curieses, Presidente de la Liga Palentina; María Jesús Eresta, Secretaria General de la Liga Española, y Victorino Mayoral, Presidente de la Liga Española de la Educación y de la Fundación CIVES.

Cerrará el acto Heliodoro Gallego, Alcalde de Palencia.

Al acto pueden asistir todas las personas interesadas que compartan los principios inspiradores de la Liga: Solidaridad, Laicidad y Ciudadanía.

Familia o educación cívica por Victorino Mayoral

El Presidente de la Fundación Educativa y Asistencial Cives y de la Liga Española de la Educación y la Cultura Popular, Victorino Mayoral, ha publicado una interesante reflexión sobre la supuesta contradicción entre el derecho de los padres y la familia a elegir el tipo de educación que queiren para sus hijos, y el derecho de los poderes públicos a educar en valores cívicos y democráticos a sus futuros ciudadanos.

Por su interés lo reproducimos íntegramente:

Familia o educación cívica

"La Educación para la Ciudadanía no es precisamente cuestión baladí, ni de corto recorrido en la historia de la educación y de la ciudadanía. Solo si se ignora la génesis y trascendencia cultural, política y social del concepto y carácter de la ciudadanía democrática se puede aceptar la visión reduccionista, neoconservadora y fundamentalista de quienes niegan esa dimensión social del hombre. Como dijo Aristóteles solamente los dioses o los locos pueden vivir al margen de la sociedad y de la ciudadanía. Todos los sistemas democráticos conocidos han actuado y actúan con la misma lógica: los valores que fundamentan los derechos, las libertades y los deberes de la ciudadanía deben formar parte de la educación de todos los ciudadanos, sin que los derechos de los padres a elegir la educación religiosa y moral que crean adecuada para sus hijos constituya obstáculo alguno para el despliegue académico de la formación en valores democráticos por parte de los poderes públicos. La educación cívica se imparte en las escuelas norteamericanas desde la década de 1840 y en los niveles de enseñanza Primaria y Secundaria en Francia desde que Jules Ferry introdujo la instruction cívique en 1882. Hoy, el Consejo de Europa, la Unión Europea, las Naciones Unidas abogan por el desarrollo transversal o curricular, de la educación cívica y su generalización en los sistemas educativos democráticos es una realidad. Ya en 1972 en el informe sobre la educación del futuro, elaborado por una comisión de la UNESCO, presidida por Edgar Faure se decía "a la escuela se le continúa y se le continuará confiando un papel de formación cívica- lo esencial no es saber el lugar que ocupe en la enseñanza este tipo de instrucción, sino a qué fines atiende, ¿favorecer la eclosión de individuos con una manera propio de concebir realmente sus relaciones con el mundo, o condicionar a individuos sometidos a modelos impuestos y fáciles de gobernar?, ¿estimular la formación de espíritus embriagados de libertad y provistos de sentido crítico o sacralizar las jerarquías?"(Aprender a ser. Alianza Editorial/UNESCO, 1972).
¿Qué ocurre, pues, con el derecho de los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones, según establece el art. 27.3 de la Constitución Española? ¿Es este derecho antagónico al deber de los poderes públicos de promover la educación de los ciudadanos en los valores comunes, conforme ordena el artículo 27-2 de la Constitución, en el mínimo común ético consagrado por el derecho según el Tribunal Constitucional y que se contienen tanto en la Constitución Española como en la Declaración Universal de los Derechos Humanos? ¿Nuestra Constitución es tan incoherente como para establecer dos artículos contradictorios entre sí? Sería algo absurdo. Ocurre más bien que a nuestro juicio, la Constitución contempla dos planos de la formación en valores, algo que resulta inaceptable para el planteamiento maniqueo, de combate entre las dos ciudades y entre el bien y el mal que sostienen los sectores neoconservadores católicos de España: por un lado, el plano que corresponde a la familia y al respeto y las garantías debidas a su ámbito privado de libertades de conciencia y religión, y por otro, el plano que corresponde a la sociedad, al espacio público y a las instituciones públicas y comunes, en el que concurren individuos y familias que asumen libre y legítimamente creencias religiosas o convicciones morales particulares, que son distintas entre sí y que han de convivir pacíficamente y en tolerancia mutua, sin que traten de imponerse las unas sobre las otras; lo que requiere organizar la convivencia y la propia educación del ciudadano a partir de unos valores éticos y unas reglas básicas comunes.
La familia es una institución básica de la sociedad y no un ente aislado de la misma; es una parte de la sociedad y no debe ser tratada como un satélite anarquizante que desorganiza el orden y la armonía social e institucional necesaria para la convivencia. La familia y el individuo necesitan a la sociedad, a sus instituciones y servicios públicos para garantizar su propia supervivencia. Esa es la verdad, pero desgraciadamente es posible que los partidarios de la doctrina de las dos ciudades sigan, como en épocas remotas, tratando de teorizar la superioridad de la moral de la ciudad celeste como la única moral posible, con exclusión de cualquier otra, sobre la ciudad terrena, y desconociendo que, en definitiva, las sociedades y las familias de las ciudades reales y concreta de nuestros días necesitan perentoriamente que la escuela les proporcione una formación de calidad que, indefectiblemente, debe contener las competencias sociales y ciudadanas propias de una buena educación para la ciudadanía. "

Leerlo en su publicación original

domingo, 8 de febrero de 2009

PRESENTACIÓN DE LA LIGA ESPAÑOLA EN PALENCIA

El próximo día 6 de marzo, viernes, tendrá lugar en Palencia
el acto de presentación de la Liga española de la educación-Liga palentina.

En el acto de presentación contaremos, entre otros, con la presencia del Presidente de la Liga española de la educación y de la Fundación CIVES, Victorino Mayoral.

En los próximos días, una vez concretados todos los aspectos, comunicaremos el lugar, hora y resto de participantes en dicha poresentación.

El acto está abierto a todos aquellos que lo deseen, y compartan nuestros objetivos.

viernes, 6 de febrero de 2009

El Vaticano “muerde” la mano de Zapatero

Si el Gobierno de España se creía que montando el recibimiento que ha montado al número dos del Gobierno Vaticano cardenal Tarsicio Bertone iba a conseguir algo, se ha equivocado de pleno.
Para comprobarlo no hay más que analizar algunos de los pasajes de la conferencia que el citado cardenal pronunció ante la cúpula de la jerarquía católica española, con su presidente cardenal Rouco a la cabeza.
En la página 7 de la citada conferencia, aparece el primer “mordisco en la mano que los da de comer: “no podemos caer en el engaño de pensar que se puede disponer de la vida hasta legitimar su interrupción, enmascarándola quizá con un velo de piedad humana. Por tanto, es necesario defenderla, tutelarla y valorarla en su carácter único e irrepetible”.
De ampliación de la ley del aborto, que ni se le ocurra al gobierno. Mujer que aborte, ¡al talego!, da lo mismo la causa por la que lo haya hecho. ¡Toma caridad cristiana!
En la misma página, segundo “mordisco”:No obstante los enormes beneficios que la humanidad puede recabar de los descubrimientos de la investigación científica y tecnológica, algunos aspectos de dicha aplicación representan una clara violación del orden de la creación, hasta el punto en que no solamente se contradice el carácter sagrado de la vida, sino que la persona humana misma y la familia se ven despojadas de su identidad natural”.
¡Ojito con la investigación y experimentación genética!¡Las células madre “ni tocarlas”! Las enfermedades se curan rezando y esperando milagros. Si Vd. tiene un hijo con algún problema que podría curarse mediante técnicas de fecundación in vitro y manipulación genética de los embriones, se aguanta y ofrece sus sufrimientos, y los de su hijo, a Dios.
No hay que esperar mucho, pues al inicio de la página 8 de la conferencia, aparece el tercer “mordisco”: “La Iglesia proclama que la vida familiar está fundada sobre el matrimonio de un hombre y una mujer, unidos por un vínculo indisoluble”.
Como era de esperar, el cardenal Bertone nos vuelve a recordar que la iglesia Católica tiene la exclusiva para extender el “certificado de familia”. Si tú familia no está formada por un “papá” y una “mamá”, unidos para la “eternidad” con el ánimo de “procrear” y tener los hijos “que Dios les mande”, no te engañes, lo tuyo no es una familia; no sabemos lo que es, pero desde luego no es una familia.
Al llegar a esta página 8, se encuentra uno con una frasecita que no es un “mordisco” si no un auténtico ejercicio de cinismo: “Hay lugares y culturas donde la mujer es discriminada o subestimada por el solo hecho de ser mujer, donde se recurre incluso a argumentos religiosos y a presiones familiares, sociales y culturales para sostener la desigualdad de sexos”.
¿Se refiere acaso a la propia Iglesia Católica? Le recuerdo al cardenal Bertone que en su “organización” la mujer es “discriminada y subestimada”. ¿O no es acaso una discriminación el hecho de que la mujer no pueda acceder a las funciones sacerdotales y a ser dirigente de su Iglesia?
Pero volvamos a lo nuestro. Solamente un párrafo más adelante, el cuarto “mordisco”: “es a la familia, y más concretamente, a los padres, a quienes compete por derecho natural la primera tarea educativa, y a los que se debe respetar el derecho a elegir la educación para sus hijos acorde con sus ideas y, en especial, según sus convicciones religiosas”. “La enseñanza confesional de la religión en los centros públicos resulta acorde con el principio de laicidad, porque no supone adhesión ni, por tanto, identificación del Estado con los dogmas y la moral que integran el contenido de esta materia”.
¡Toma interpretación parcial e interesada de la no confesionalidad del estado!
Quinto “mordisco”: “no es expresión de laicidad, sino su degeneración en laicismo, la hostilidad contra cualquier forma de relevancia política y cultural de la religión; en particular, contra la presencia de todo símbolo religioso en las instituciones públicas”.
Aviso para navegantes: los símbolos de “nuestra” religión, ¡ni tocarlos! Están bien donde han estado siempre: escuelas, oficinas, tomas de posesión, organismos oficiales,…..
Casi a renglón seguido de este mordisco, una auténtica verdad de “perogrullo”: "Tampoco es signo de “sana laicidad”, “negar a la comunidad cristiana, y a quienes la representan legítimamente, el derecho de pronunciarse sobre los problemas morales que hoy interpelan la conciencia de todos los seres humanos, en particular de los legisladores y juristas. En efecto, no se trata de injerencia indebida de la Iglesia en la actividad legislativa, propia y exclusiva del Estado, sino de la afirmación y defensa de los grandes valores que dan sentido a la vida de la persona y salvaguardan su dignidad. Estos valores, antes de ser cristianos, son humanos, por eso ante ellos no puede quedar indiferente y silenciosa la Iglesia, que tiene el deber de proclamar con firmeza la verdad sobre el hombre y sobre su destino”.
De acuerdo, pero reconózcame Vd. sr. Cardenal que ese pronunciamiento de la iglesia vincula a “sus fieles”, nunca a los no creyentes, ni mucho menos, al Estado.
Y para finalizar este breve análisis, una perla jurídico-interpretativa, y a la vez advertencia, ante el intento del gobierno de actualizar la ley de libertad religiosa: “Frecuentemente el principio de igualdad referido a las confesiones religiosas es entendido por algunos como uniformidad de tratamiento jurídico de esas por parte de la ley civil. No es una interpretación correcta: el principio de igualdad, en efecto, se vulnera si se tratan situaciones iguales de modo diverso, pero también si se tratan situaciones diversas de igual manera. El principio de igualdad requiere por tanto que por parte del ordenamiento estatal haya una disciplina jurídica de las confesiones religiosas respetuosa con sus peculiaridades, teniendo también presente el arraigamiento cultural e histórico que cada una tiene en la sociedad”.
Es decir y para entendernos: libertad religiosa, sí; pero la “nuestra” es más importante y además es la “única verdadera”, así que ¡ojito con lo que hacéis!, y ni tocar el actual “status” de privilegio que tenemos reconocido, frente a las restantes confesiones.
Como dice hoy en la última de EL PAÍS, Juan José Millás:llama a la puerta de casa un señor de morado que asegura representar a Dios y no hay otro remedio que recibirle, que agasajarle, que darle la razón, que invitarle a comer”.
En fin, «nihil novum sub sole».

Educación para la Ciudadanía y el Consejero de Educación de Castilla y León

El Consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, ha respondido en el Pleno de las Cortes a una pregunta de la procuradora socialista Mª Luz Martínez Seijo, que literalmente dice lo siguiente:
¿Qué actuaciones inmediatas va a llevar a cabo la Consejería de Educación para acatar la sentencia del Tribunal Supremo?

La respuesta del consejero, Sr. Mateos Otero, no tiene desperdicio y se comenta por si misma.
Puedes leerla integramente en mi blog "el bolo de la paciencia".

miércoles, 4 de febrero de 2009

Relaciones Iglesia-PSOE

JUAN G. BEDOYA , publica un interesante análisis en el diario EL PAÍS de 4 de febrero de 2009, titulado "Un motor inmóvil", en el que hace una crítica a las posturas del Gobierno respecto a la Iglesia Católica y respecto a los compromisos adquiridos por José Luis R. Zapatero durante la pasada campaña electoral.

martes, 3 de febrero de 2009

Dios y ateísmo:un debate abierto

Con este título el director de la Cátedra de Teología y Ciencia de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid, Juan José Tamayo, publica en el diario EL PAÍS, en su edición del martes día 3 de enero de 2009, un interesante y reflexivo artículo, tomando como disculpa para el mismo, la reciente campaña de los autobuses madrileños que, con el eslogan de "Probablemente dios no existe, así que deja de preocuparte y disfruta de la vida", incita a la reflexión y el debate sobre la creencia en la existencia de Dios.

Dios y ateísmo: un debate abierto

La jerarquía católica de España se ha sentido agredida por la campaña publicitaria de diferentes asociaciones de ateos y librepensadores en los autobuses, y ha expresado su condena de la misma con especial beligerancia, volviendo así a dar muestras de intolerancia para con los increyentes. La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha calificado de "blasfemia" la tímida insinuación de que "probablemente Dios no existe". Su vicepresidente, monseñor Ricardo Blázquez, ha manifestado que la campaña encierra una clara intención anticristiana y anticatólica. Su presidente, el cardenal Rouco Varela, la considera "lamentable" porque, a su juicio, implica hablar mal de Dios, socava derechos fundamentales, hiere el sentimiento religioso de las personas creyentes que toman el autobús, pretende "arrancar la fe del corazón de los hombres (sic)" y constituye un abuso en el ejercicio de la libertad religiosa. Por ello ha osado pedir a las autoridades una tutela especial para los derechos y las convicciones de los creyentes.

miércoles, 28 de enero de 2009

Declaraciones de la Ministra de Educación, Mercedes Cabrera


Cabrera: "Haremos todo lo posible para que los alumnos puedan recuperar el tiempo perdido"

Y ahora ¿qué?

Por su interés reproduzco el artículo de EL PAÍS digital

¿Qué pasará ahora con los alumnos cuyos padres objetaron a Ciudadanía?

El Supremo ha decidido que no se puede ejercer el derecho a la objeción de conciencia en el caso de Educación para la Ciudadanía. Miles de alumnos están faltando a clase cuando esa materia se imparte en decenas de colegios de España. ¿Qué pasará con ellos ahora? La ministra de Educación ha señalado hoy que se hará "todo lo posible" para que los alumnos cuyos padres han objetado "recuperen el tiempo perdido"; pero es cada comunidad autónoma la que decide cómo se cursa la asignatura.

Tal y como explicaba EL PAÍS el pasado 26 de enero, ahora se abren dos vías posibles:

1. Por un lado, las organizaciones conservadores que promueven el boicot a Ciudadanía pueden recurrir la Constitucional y solicitar que la sentencia del Supremo no se ejecute hasta que la máxima instancia judicial española resuelva. En ese caso el proceso se alargaría en el tiempo y algunos alumnos podrían finalizar sus estudios secundarios sin haber cursado la asignatura. Podría darse el caso de que, si el Constitucional falla en unos años y ratifica la posición del Supremo, los alumnos (ya universitarios) se encuentren en mitad de una carrera con una asignatura de secundaria pendiente.
2. Por otro lado, si la sentencia se ejecuta ya, varios expertos coinciden en que los alumnos de padres objetores deberán cursar la asignatura si quieren obtener el bachillerato. La Junta de Andalucía espera que el Supremo fije "un marco de actuación claro y común a todas las comunidades" en su sentencia, que todavía debe ser redactada.

"Vacío legal"

En el aire siguen las dudas de si los alumnos se reincorporarán a mitad de curso, cursarán la asignatura un año después (los que no lo hicieron el pasado -12, en Andalucía-) o si se les facilitará la realización de un examen extraordinario. Manuel Rodríguez, jurista, ex consejero de Consejo Escolar del Estado, y ahora del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, declaró a EL PAÍS que existe al respecto un "vacío legal".

El Supremo "tumba" la Objeción a Educación para la Ciudadanía

Según publica en su última hora EL PAÍS digital, el Tribunal Supremo decide que no se puede objetar a Ciudadanía.

La Sala de lo Contencioso establece por 22 votos contra 7 que la asignatura no vulnera el derecho de los padres a que sus hijos reciban la educación religiosa y moral que deseen.

Lee todo el reportaje en EL PAíS.com

lunes, 26 de enero de 2009

¿Y ahora qué pasará con Luís?

Reportaje publicado por EL PAÍS en su edición del 26.01.2009

¿Y ahora qué pasará con Luís? Leer el reportaje

domingo, 25 de enero de 2009

El Supremo se pronuncia mañana sobre Educación para la Ciudadanía

Artículos publicados en el diario EL PAÍS, en su edición del domingo 25 de enero de 2009:

El Estado sí puede enseñar valores
Leer el reportaje

El Supremo sentará mañana doctrina para 120 impugnaciones
Leer el artículo

Contradicciones episcopales


Juan José Tamayo Acosta es un teólogo español nacido en Amusco (Palencia) el 7 de octubre de 1946. Vinculado a la Teología de la Liberación, sobre la que ha trabajado abundantemente.
Licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas en 1971. Doctor en Teología por la de Salamanca en 1976. Diplomado en Ciencias Sociales por el Instituto León XIII en 1972. Licenciado (1983) y doctor (1990) en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid. Ha sido profesor en diversas instituciones de España y América. Dirige actualmente la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones Ignacio Ellacuría de la Universidad Carlos III y es fundador y actual Secretario General de la progresista Asociación de teólogos Juan XXIII.

El pasado día 30 de diciembre, publicó en El Periódico, un intersante artículo titulado "Contradicciones episcopales", que creo interesante recoger en este blog.

"Los obispos españoles han vuelto a utilizar una fiesta litúrgica del calendario católico, la de la Sagrada Familia, para arremeter contra las leyes sobre el matrimonio y la familia aprobadas en el Parlamento. Tres han sido los escenarios elegidos para ello: las cartas pastorales, desde las que han responsabilizado a la ideología de género de la disolución de la familia, las catedrales de algunas diócesis españolas, donde los obispos han pronunciado homilías con una fuerte carga antiparlamentaria, y la misa multitudinaria de la plaza de Colón, reedición de la concentración del año pasado, que tuvo un marcado tono político deslegitimador del Gobierno socialista y, en cierta medida, del sistema democrático, al acusar al Parlamento de poner en peligro la democracia.

El cardenal Rouco Varela ha mostrado su estremecimiento por “el hecho y el número de los que son sacrificados por la sobrecogedora crueldad del aborto”, a los que ha definido como los nuevos Santos Inocentes de la época contemporánea. Monseñor Blázquez, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y obispo de Bilbao, ha responsabilizado de las dificultades que vive hoy la familia “al ambiente cultural y a algunas leyes”, ha afirmado –con desconocimiento de los datos de la antropología cultural– que en todas las culturas y los pueblos a lo largo de la historia el matrimonio es la unión del varón y de la mujer, ha calificado el “divorcio exprés” de duro golpe a la estabilidad de la familia y considera una desfiguración sustancial llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo. Monseñor Martínez Camino, secretario general de la CEE, ha ido todavía más lejos en la descalificación de las leyes hasta declarar que nunca ha habido una legislación sobre el matrimonio más irracional que la que hay hoy en España.
Los obispos están en su derecho a hacer este tipo de afirmaciones en el ejercicio de su libertad de expresión. Pero creo que incurren en una serie de contradicciones que resumo en el siguiente decálogo.

1. Defienden el matrimonio y la familia quienes no pueden casarse ni formar una familia. Los obispos y los sacerdotes del rito latino, en el momento de ser ordenados, renuncian al matrimonio y sustituyen de esta forma la paternidad humana por la paternidad espiritual, que consideran más fecunda y universal.
2. Defienden la indisolubilidad del matrimonio, conforme a lo establecido en el Código de Derecho Canónico: “El matrimonio rato y consumado no puede ser disuelto por ningún poder humano, ni por ninguna causa fuera de la muerte” (n. 1141), cuando la propia Iglesia católica cuenta con tribunales especiales dedicados a la disolución del vínculo matrimonial.
3. Consideran la procreación como uno de los fines del matrimonio, son partidarios de las familias numerosas y se oponen a los métodos anticonceptivos, cuando ellos no pueden procrear por el voto del celibato que les obliga a la abstinencia sexual.
4. Defienden la vida del no-nacido y se oponen al aborto, al que califican en todos los casos de asesinato u homicidio, cuando han justificado la pena de muerte y ponen hoy objeciones a la despenalización de la homosexualidad que, al menos en ocho países, se condena con dicha pena.
5. En cuestiones relativas a la sexualidad, el matrimonio, el origen y el fin de la vida, quieren imponer como ley natural lo que no es más que doctrina católica sostenida por la jerarquía, muchas veces discutida dentro de la propia Iglesia.
6. Hablan de retroceso de los derechos humanos en el ordenamiento jurídico apelando a determinadas leyes que, en realidad, amplían el ejercicio de dichos derechos. Con ello demuestran una clara incoherencia al exigir reconocimiento pleno de los derechos humanos en la sociedad, cuando ellos los desconocen y no los ponen en práctica en el seno de la comunidad cristiana.
7. Se oponen a la homosexualidad, considerada pecado, desviación natural o perversión moral, haciendo una lectura fundamentalista y descontextualizada de la Biblia.
8. Confunden lo moral o, mejor, su propia idea de lo moral, con lo legal, y creen que lo que para ellos es pecado debe ser considerado delito y penalizado por las leyes.
9. Presentan la familia cristiana como paradigma único de convivencia, desconociendo que hay otros modelos legítimos inspirados en valores laicos o de otras religiones y confundiendo la familia cristiana con la familia patriarcal.
10. Se oponen a la investigación con células madre embrionarias considerando que un embrión es lo mismo que una persona, cuando eso significa estar instalado en un error científico y cuando esa oposición implica la renuncia a la curación de múltiples enfermedades y a la felicidad de muchas parejas.
¿Ignorancia, error o incoherencia lógica o ideológica? Que juzgue cada cual.

viernes, 9 de enero de 2009

APROVECHANDO EL VIAJE

Artículo publicado en el blog "El Arambol palentino"

En el diario Norte de Castilla del 6 de enero, Javier García Escudero nos ha deleitado, una vez más, con uno de esos artículos que, lejos de ser una noticia en formato periodístico, lo lleva al terreno partidista y recalca como negativo, todo lo que tiene aroma de izquierda.Titula como VIAJE ANUAL, el hecho de que gran cantidad de gente asistiera a ver la cabalgata de reyes después, de la ola de laicismo que ha impulsado el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Qué ola?, ¿Impulsada por quién?, ¿Desde cuando y desde donde, Zapatero ha animado a los ciudadanos a que renieguen del catolicismo o cualquier otra religión?, ¿Quizás es la Constitución Española quien habla sobre este tema?. Lo único que promueve este Gobierno, son derechos. El Derecho y la libertad de TODOS para elegir la religión que se desee, ya sea católica, musulmana, protestante o lo que a cada uno le venga en gana. Todo lo contrario de lo que pretende la iglesia, que quiere seguir campando a sus anchas, imponiendo su fe y aplicando sus normas como en los tiempos del dictador, ¿Añoranza?, quién lo volviera a pillar se preguntaran algunos, ¿eh?.

Leer todo el artículo en El Arambol palentino

domingo, 4 de enero de 2009

El "nuevo poder" de los obispos


El genial Forges ha retratado en EL PAÍS de manera extraordinaria el papel que en el futuro terminarán teniendo los obispos españoles, a nada que se los deje.
¡Son insaciables!

Rouco y la gripe

Artículo publicado en Diario Palentino por José Luís Mellado Santamaría, el 03-01-09.
Fotografía de Diario Palentino

Hoy no ha sido un buen día para mí, no se por qué. O sí lo sé, pero sería obsceno contarlo aquí. Me encontraba airado, enfadado con un alguien indeterminado (o determinado, pero tampoco viene al caso nombrarlo) por alguna de esas razones que yo suelo atribuir al idiota que llevo dentro y que cada tanto hace su aparición en escena. Así que he recurrido a la conversación, al valor terapéutico de la palabra. He llamado a una buena amiga, que además es una excepcional psicoanalista, aunque ella nunca jamás predica ni lo uno ni lo otro: lo es y punto.

Puedes leer todo el artículo en diariopalentino.es

viernes, 2 de enero de 2009

¿Tienen los padres derecho a elegir la educación de sus hijos?

Últimamente estamos asistiendo a un hecho sin precedentes: determinados miembros de la Iglesia Católica, principalmente, pero no solo, de su jerarquía, se están manifestando como defensores a ultranza del derecho inalienable de los padres a educar a sus hijos según sus valores y creencias”.
¡Vivir para ver! que diría un castizo.
Prácticamente desde que Constantino I y Licinio, emperadores de oriente y occidente respectivamente, promulgaron el “Edicto de Milán” el año 313 d.C., la jerarquía de la Iglesia Católica ha intentado por todos los medios a su alcance ir contra ese derecho, en alianza permanente con el poder político y militar de cada momento histórico, y en nombre de la “salvación de los paganos”, a los que había que “convertir” tanto si lo querían como si no.
¿Hemos olvidado las “Cruzadas”, la “evangelización” de América o la “Inquisición”? Pero dejemos la Edad Media o la Moderna y lleguemos a la Contemporánea. ¿Han olvidado los actuales dirigentes del catolicismo los “bautismos”, escoltados por las fuerzas del orden público, de los niños “rojos” que se producían cuando las “tropas nacionales” de Franco “liberaban” una ciudad o pueblo? Los actuales jerarcas de la iglesia, parecen querer olvidar a sus antecesores más recientes, Pla y Daniel, Gomá, Eijo Garay, Cantero Cuadrado,…..

Pero dejemos a la Iglesia Católica con sus traumas y centrémonos en el objeto de este artículo: el derecho de los padres a elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), que el día 10 del pasado mes cumplió 60 años, dice textualmente al hablar del derecho a la educación en el artículo 26:
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.
Por su parte, la Constitución Española de 1978 (CE), dice en su artículo 27:
1. Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.
3. Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
En ambos textos normativos y fundamentales queda claramente recogido el derecho de los padres sobre la educación de sus hijos. La pregunta, por tanto, es: ¿Es este un derecho absoluto y sin límites? Tanto en la DUDH como en la CE, el orden de los apartados de ambos artículos es el mismo: primero el derecho universal y absoluto a la educación; segundo los principios que deben inspirar y regir esa educación: los derechos humanos; y en tercer lugar, el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos.
Los padres pues, tienen derecho a decidir que tipo de educación quieren para sus hijos, pero es este un derecho limitado por otros dos anteriores: que los jóvenes reciban educación, y que esta tenga como principios inspiradores el respeto a los derechos humanos, el fomento de los valores democráticos, de convivencia y de tolerancia.
En la hipótesis de unos padres que no quisieran que sus hijos recibieran educación, ¿Qué deberían hacer los poderes públicos? Impedirlo. ¿O no? Y en el caso de unos padres que desearan que sus hijos fueran educados en el totalitarismo, el machismo, la xenofobia o la intolerancia, ¿Qué debemos hacer?
Mi conclusión es que los Estados democráticos y respetuosos con los derechos humanos, no es que puedan educar en los valores propios de estos sistemas, es que tienen la obligación de hacerlo. Incluso, si llegara el caso, en contra de la opinión y el “derecho” de los padres correspondientes.